5.7.05

Destinos

La vida de Juan era de lo más vulgar hasta que descubrió que los horóscopos del chicle globo Bazooka se ajustaban a su vida con total precisión: todas las venturas que le vaticinaba el envoltorio del chicle globo se le cumplían sin excepción.
Esto resultaba muy frustrante para él, pues mientras esperaba obtener anticipos determinantes de su vida, solo recibía anuncios respecto a amistades (las pocas que tenia) y a éxitos en sus exámenes del colegio secundario.
Dada la inutilidad de estos augurios, Juan dejó de consultar estos horóscopos. Hasta que Laura se mudó al lado de su casa y cayó inevitablemente en manos de su amor.
Indeciso sobre si hacerle o no su declaración volvió a comprar los chicles esperando le vaticine que ella era el amor de su vida. Pero solo obtenía promesas de fiestas inolvidables (pocas y sin trascendencia) y alguna que otra providencia a propósito de sus actividades deportivas.
Pasó el tiempo y su amor por ella se profundizó de manera extrema. Al borde de la locura, decidió darle la última oportunidad al horóscopo. Fue al kiosco a comprar un chicle más, pero se llevó dos, porque el kiosquero no tenía cambio. Al abrirlo recibió nuevamente un augurio trivial.
En la esquina se encontró con laura, y al ver que su vecino llevaba el chicle en la mano se lo pidió. Juan accedió a dárselo. Observó fascinado como abría el envoltorio. Luego ella leyó su contenido: “si, es el amor de tu vida”
Ella: alguien puede creer en estos horóscopos ridículos??
El: Nadie
Laura se mudó un mes después. Nunca más intercambiaron una palabra.
Ni volvió Juan a entrar en un kiosco.


Este texto salio de una charla entre Agus, Caro y yo por msn. Claramente la mujer de la conversacón se contrapuso a la idea de este final y probablemente escriba su versión en su blog, esperaremos.



Blogger . Haloscan . Grayskull